La Sheikh Zayed Road (también conocida como la carretera E11 en la nomenclatura de las carreteras de los Emiratos Árabes Unidos) es al mismo tiempo una de las calles más bellas de Dubái, una autopista y también la carretera más larga del país: parte de Al Silah, en el emirato de Abu Dabi, y termina en la frontera con Omán del emirato de Ras al Khaimah, y se extiende aproximadamente paralela a la costa del Golfo Pérsico.
La carretera cuando pasa dentro de una ciudad adquiere un nombre diferente: se llama Sheikh Maktoum Road en Abu Dabi, Sheikh Muhammad bin Salem Road en Ras Al Khaimah y precisamente Sheikh Zayed Road en Dubái.
Las obras de construcción de la carretera que unía inicialmente Dubái y Abu Dabi comenzaron en 1971, año de la creación de los Emiratos Árabes Unidos, y se prolongaron durante nueve años. Cuando fue inaugurada, comenzaba desde el Maqta Bridge de Abu Dhabi y terminaba en Dubái, donde se conoce oficialmente como Sheikh Zayed Road.
La Sheikh Zayed Road es la arteria principal de la ciudad de Dubái, que atraviesa paralela a la costa ampliándose hasta 8 carriles en cada dirección y se extiende desde el World Trade Center en la frontera con el emirato de Abu Dabi, en la zona de Jebel Ali, a lo largo de una longitud total de aproximadamente 55 kilómetros. En esta carretera se encuentran la mayor parte de los rascacielos de Dubái, incluyendo las Emirates Towers, el World Trade Center y el Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo.
Durante la mayor parte de su recorrido, la línea roja del metro pasa sobreelevada por la Sheikh Zayed Road, haciendo que el viaje sea muy agradable admirando algunos de los rascacielos más importantes de la ciudad.
La Sheikh Zayed Road tiene varias salidas, llamadas oficialmente interchanges, para permitir a los vehículos entrar y salir de la carretera. Tomando estas salidas también es posible hacer un cambio de sentido. Recorrer la Sheikh Zayed Road en coche es posible sólo pagando un peaje conocido como salik.
Se paga de forma telemática a la entrada y a la salida de la carretera, un poco como nuestro Telepass pero no hace falta reducir la velocidad y no hay cabinas de peaje: un sistema totalmente automatizado que es capaz de leer las matrículas de los vehículos incluso cuando van a una velocidad alta. Este mecanismo de peaje automático hace que cada trayecto en taxi que cruza la Sheikh Zayed Road esté sujeto a un suplemento.
La Sheikh Zayed Road es realmente impresionante y los rascacielos que la flanquean son altísimos, arquitectónicamente valiosos y muy modernos. Sin embargo, es impensable recorrerla a pie, no tanto por la seguridad (está bordea por unas cómodas calles laterales utilizadas como aparcamiento y dotadas de una acera peatonal), sino porque no es el tipo de calle que uno se pueda imaginar: en los pisos inferiores de los rascacielos básicamente no hay tiendas, sino sobre todo bancos o restaurantes de algunas cadenas internacionales utilizados por los trabajadores de la zona.
Esto se debe a que casi todos los edificios se utilizan como oficinas u hoteles, no es una zona residencial como se podría imaginar y no está diseñada para los peatones. Sin embargo sigue siendo una de las calles más fotografiadas de Dubái, pero os aconsejamos recorrerla en taxi o en metro.